septiembre 29, 2011

Teca está enamorada.

...Si ya sé que estamos solas, lo que no sé es porque me gritas. Tantas veces te he dicho que hablar en voz alta es de mala educación._

Eso fue lo que dije a Teca hoy mismo por la tarde, cuando a gritos, pretendía decirme algo que era evidente.

Que al fin en el almacén de la biblioteca, éramos tan solo tres sus habitantes, mi amiga, el silencio y yo.  Ella terca como las mulas, no coincidía conmigo.

Según ella tres, Jorgito, ella y yo.

 Jorgito, ese alguien que le acompaña a todos lados y que nadie más que ella puede ver, quizás Jorgito pueda ser el silencio, si porque es así mismo, alguien que ni se oye, ni se ve. Así que tan solo le explico, como tantas veces, que no grite, no estoy sorda, y Jorgito su inseparable amigo, está, como nuestro ansiado silencio.

Toda esta complicada maraña que ella teje, que si el silencio no, que el que está es Jorgito y por eso somos tan solo tres, es para que yo, a quien ella considera su mejor amiga, al menos entre los visibles, preste oreja a algo muy pero muy importante, según ella. Así que sin más discusiones, sobre cuántos somos, si es que somos más, me siento y presto atención:

__ Estoy enamorada, muy enamorada y eso me tiene preocupada__ así comenzó, pero desde la segunda palabra, con total sinceridad les afirmo que la preocupada soy yo. ¿enamorada, muy pero que muy enamorada? y de quien si es que se puede saber?

__ De José Rolando__ dijo tan solo un nombre y todo quedó en silencio, ahora si que era silencio. __Pero...si es tu peor contrincante, es...todo lo contrario de lo que tu eres, de lo que te gusta, de lo que quieres ser, de lo....

No me dejó continuar, puso los ojos en blanco, como cabrita tonta, y cerró su boca. Yo que ya llevaba unos segundos boquiabierta, la dejé hablar.

__ Mi abuela dice que el amor es ciego, sordo y tonto. Será por eso que me enamoré de José Rolando, así que tú no digas nada, porque a partir de ahora me gustan los ejercicios físicos, las Matemáticas, nadar en el río y seré tan amiga de Alberto como lo es José Rolando.

Diciendo esto colocó las manos en sus grandes bolsillos y quedó como las estatuas,. miramdo atenta al cielo como si desde allí debería llegar la próxima explicación. Para no contrariarla callé, pero bien sé que esta noche me quedaré dormida bien tarde porque esta, lo que es esta, podrá cambiar ahora mismo porque estará muy pero que muy enamorada. Pero dejar de ser mentirosa, ¡eso nunca!. Mira que decir que le gustará el ejercicio físico y las Matemáticas.

Esta además de cuentista, ahora será ciega y sorda. Pero ¿tonta? de eso nada.