noviembre 19, 2010

Con Silvio en estos días.


En estos días no sale el sol, sino tu rostro.
Y en el silencio, sordo del tiempo, gritan tus ojos.
¡Ay!, de estos días terribles,
¡Ay!, del nombre que lleven,
¡Ay!, de cuantos se marchen,
¡Ay!, de cuantos se queden,
¡Ay!, de todas las cosas
que hinchan este segundo.
¡Ay!, de estos días terribles.

Desde mi Habana: capital de todo/as los cubanos

“...¿Por qué, conquistadora, / sobre los raros farallones / de desiguales ángulos / te empinas, desdeñando / abajo el foso oscuro de las aguas? / Castillo de la Fuerza, / Giraldilla, / tu donaire y victoria. / ¿Será por eso el acierto / de la profunda gracia del tamaño, / torneado y breve, combado / como jarra, hospedera? / ¿Qué sabes tú, Señora / de la Gran Llave, / apoyada en tu propia apertura / a los golfos abiertos? / ¿Será lo abierto tu secreto, / noble Habana, Señora, / tu breve corpulencia, / tan graciosa...”
Fina García Marruz
Fragmento del poema “La noble Habana”

A ti

...Por si me llamas quiero que sepas...estaré esperándote en el lugar de siempre.

noviembre 15, 2010

Afuera:

Dejaré vagar a libre antojo las teclas de este, viejo, agotado, hasta muy usado ordenador. Para no pensar dos veces lo que te quiero expresar.

Lo sabes bien...  fuera del entorno  en que habitamos todo está revuelto: el tiempo (llueve... hace frío); los hombres (pelean entre si ...porque sí); la tierra (está cada vez más árida).  Todo está de cabeza.

Epidemias pueblan la tierra de esos hombres: egoísmo, envidia, revancha, despotismo, corrupción, intolerancia, divergencias, acumulación de vicios.

Acá dentro  en nuestro mundo hay paz. 

Todo trascurre en un orden  natural.  Nos amamos alejados de cambios,  dolor, protestas, guerras, rechazos, violencia. Lejos de  epidemias.

Nuestro tiempo apacible  envuelve  la suave brisa refrescando nuestras almas en el amor contenido de una paz diferente. Enriquecedora porque nos permite ser pareja, amigos,vecinos, hijos, compañeros.

Con mirarnos tan solo  somos únicos. No peleamos, luchamos por estar en esta tierra en la que cambia  lo que tu y yo queremos.

¿Nos asomamos? te pregunto y asientes con temor. 

Sabes que afuera veré lo horroroso. Que no me gustará. 

Más me conoces, querré salir. Entregarme, luchar, mezclarme, seguir cualquier causa  a mi juicio justa.

Romperé nuestro equilibrio cuando abra la puerta.  Correrá el viento no habrá brisas.  

Sentiremos los aullidos de los hombres en su lucha, habrá que enfrentar la violencia del día a día en ese mundo exterior. La lucha desgarrante.

Lo haremos juntos_ respondo a tu mirada. 

Seremos fuertes para decidir cuando volver a nuestro mundo. 

Cerrar la puerta. 

Aunque no sea para siempre.

Córdoba, España, 2010.
MRB.

noviembre 03, 2010

Mar de cosas

Me impresionas cuando te escucho  afuera hablando de nuestra tierra esa que nos vio nacer, hasta me espanto de tus juicios que aún pudiendo ser categóricos o absolutos, tan solo son negativos.
Como si nada fuera bueno, ni quienes allí dejaste ni lo que allí viviste. Divagas  en tus pesadillas por la falta de valor para asumir tus sueños.  
La tierra,  gran madre, donde guardas historia, seres amados, el tú y el yo.
Allí está todo; los saberes para seguir adelante, cuánto has sido.¿Cómo entonces  alzar la voz contra valor y amor?
La vida viene y va como las olas, un día colocas la cabeza  al norte otro al sur,  moviéndote en un mismo sitio. En un momento partes,  inconforme con tan solo colocar la cabeza quieres girar el cuerpo, avanzar a nuevos, diferentes horizontes. Nuevos nortes, nuevos sures.
Te mueves como el mar para conocer o conocerte; girar voltear. Y no te culpo, al cuerpo le es inherente el movimiento.
Una vez  logras el sueño anñoras tus  pesadillas. ¿Ves? las olas retornan siempre a la misma orilla. 
Piensas en ello,más solo sueñas hasta que empeñado giras despierto.
Es cuando tus juicios cambian para justificar el encuentro con la orilla, con tu historia, con tu sueño, son distintos,  porque necesitas, justificarte  a ti mismo  moverte a los orígenes y nadie cree que viajes al encuentro de las pesadillas donde dejaste carne de tu carne.
Mios,tuyos, nuestros.
Un mar de cosas llenan tu mente.  
Qué pasó? cómo y cuándo decidiste hacer girar el cuerpo al norte o al sur. 
Te invaden  culpas, vacíos por la ausencia, sentimientos por lo viejo que es desde ese instante nuevo. Porque al despertar tu ya no eres tú y siendo tú eres diferente. Ellos  y ellas ya no serán más los mismos, ni lo serás tu para ellos, aunque sepan que eres el mismo.
Cambiado el mar de sueños por un mar de cosas, despiertas de tus sueños en la orilla opuesta  pero ya no olvidas que es tuya, mía,nuestra.