UN INMENSO REGALO PARA TECA:
Teca
Teca se sienta a un costado de su cama, mira a través del cristal del ventanal que ocupa media pared de su habitación. Afuera el sol brilla y las aves cantan, es un hermoso día de primavera.
Poco a poco se incorpora, bosteza y estira sus brazos, como llegando al mismo cielo. Su cuerpecito ya está relajado, listo para una nueva aventura.
Sin embargo, hoy debe realizar una tarea que conjuga tintes de alegría y emoción, con algo de melancolía y tristeza.
Pronto regresará a casa, a su tierra natal, esa donde quedaron sus seres amados y los recuerdos… y tantas otras cosas. Cuando piensa en ello, una sonrisa angelical se dibuja en su rostro y no ve la hora de estar sobre ese avión, que la de volver a su hogar.
Sin embargo, en este lugar de paso, ocasional si se quiere, ha conocido a muchos amigos. Teca es inteligente, atrevida e ingeniosa. Pero por sobre todas las cosas amable y bella interiormente, por eso los conocidos de esta latitud lejana, pronto fueron sus nuevos amigos, que no desplazaron a los anteriores, pero sin embargo, lograron hacerse un lugarcito en su corazón.
Al pensar en ello, la niña llevó su diminuta manito al pecho… midió con su puño el área que creía ocupaba el corazón. Entonces pensó: “si en sólo un puño de espacio caben tantas personas, lugares, acciones… como no voy a hacer un hueco en mis maletas para llevar un trozo de cada uno de ellos. ¡Eso haré, al menos hasta regresar!”
Sin pensarlo dos veces, Teca salió corriendo a las calles, tomó fotos de su barrio, se abrazó a sus amigos, recolectó piedras del paisaje pero sobre todo, llenó sus ojos de ellos, y su alma a más no poder.
Por la noche, Teca cerró la maleta con ayuda de Jorgito, quien recomendó a la niña se sentara sobre ésta, para obligar al cierre a ceder.
Luego de despedir al niño, sonrió satisfecha, o mejor dicho, satisfecha y feliz de haber logrado su cometido.
Teca, no te pongas triste, tú también estás en nuestros corazones. Aquí seguimos viéndote, recordando tus aventuras, y esperando tu regreso. Sí, tu regreso, eso mismo, porque todos sabemos que después de saludar a tus familiares y permanecer un tiempo con ellos, regresarás. Aquí estaremos... esperándote...
ResponderEliminarIRENE COMENDADOR
ResponderEliminarBueno pues ya esta bien que pueda pasarme por tu casita, que te tená ganas, y me voy con una sonrisa en los labios por estas tremendas letras que has vertido en mi mente, geniales, esta niña que en su añoranza y anhelo deja sus sentimientos al descubierto y que la morriña de los suyos hacen un heco dentro de su pecho, con los puñitos apretados, suerte tiene de tener e amigos que le ayuden a cerrar la maleta, eso siempre hay que agradecerlo, porque no todo el mundo esta acompañado
Maravilloso nena, un beso y seguro seguro que nos vemos MUAC!!!!!!!!
Es lógico que tengas emociones encontradas, por un lado el ánsia de volver a tu tierra y por otro la tristeza de dejar ésta, pero sea como sea, siempre estaremos en contacto
ResponderEliminarBueno desearle un buen viaje a Teca y que sepa, que esas emociones que lleva en su pequeño corazón, todos los que sabemos dar amor a los demás nos ocurre lo mismo.
ResponderEliminarComo siempre precioso Mila, tú me dices que llego siempre a vuestros corazones, en cambio tú no sales de los nuestros.
Hoy que pude comenté, pero que sepas que siempre te leo.
Besos querida amiga
Yo tambien quisiera cerrar las maletas con un trozo de la gente que me importa;)me encanta¡¡¡de verdad¡¡
ResponderEliminarGracias amigos!!!!
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