abril 14, 2011

Hojas y faldas tras la fuente



La tarde estaba nublada cuando salíamos de la escuela. El aire como en otros días, seguro levantaría las faldas de cada una de las niñas de nuestro grupo, así que los varones, fuimos listos a mirar. Aunque nos diera vergüenza.

Escondidos tras el flamboyán del centro del pueblo, José Rolando, Alberto y yo, esperamos a que salieran. Mientras, soplaba el viento con más fuerza, las hojas llenaban la plaza y hasta caían dentro de la fuente unas tras otras formando una capa como un colchón, hasta tapar el agua. Primero parecían lanchas o peces, después una inmensa tapa. Aquello distrajo mi atención, pero José Rolando, me recordó nuestro interés cuando ya salían, las primeras chicas de la clase.

Anastasia, la rubia de largas trenzas, fue la primera, pero, con ambas manos sostenía su falda. Imposible ver nada. ¡Que vergüenza, madre mía! pero me quedé junto a mis amigos, la espera prometía buen espectáculo.

Las hojas seguían cayendo sobre el agua de la fuente, el hermoso colchón de hojas, verdes, amarillas y carmelitas seguía aumentando su tamaño. Me resultaba entretenido, así que continuamente Alberto, pellizcaba mi brazo, porque seguían saliendo unas tras otras, nuestras compañeras. Más, todas apretaban con fuerza, sus faldas.

Esto también resultaba extraño, tanto como el colchón o la tapa de hojas, porque nunca había pasado, siempre que el aire del norte batía, las faldas dejaban ver los muslos de todas las chicas. Qué raro, siempre sucedía, menos hoy.

Sin darme cuenta me distraje otra vez con el colchón de la fuente. Una rápida sombra, tras el delfín del centro, apoderó mi atención. Sentí una carcajada burlona así que miré con detenimiento. Es más, decidí salvar los 2 o 3 metros que me separaban del lugar.

¿Saben a quien encontré? A nuestra Teca. Agazapada, tras el monumento del centro de la fuente y riendo con exceso de picardía, estaba nuestra cuentera.

La sujeté fuerte por ambos brazos y llamé a mis amigos, como de costumbre su actitud dejaba la sospecha de, “gato encerrado”, como decía siempre Alberto cuando de Teca se trataba.

Teca, no dejaba de reír, cada vez con más fuerza y hasta con gusto, así que Alberto comenzó a interrogarla:

_ De qué te ríes tú, gordita_ preguntó serio y algo molesto, ya sospechaba de ella.
_ ¿Yo? de nada, porque tendría que reír, de algo que tuviera que ver con ustedes_ contestó como si nada.

No nos dimos cuenta, pero a nuestro alrededor ya estaban las niñas de nuestro grupo, y lo peor todas reían. Soltamos a Teca y miramos fijo a los ojos de cada una, Anastasia, María y Ana Paula. Ellas sin embargo, miraban a Teca sonrientes.

Rápido José Rolando, quien ya sabemos es un lince y se las lleva todas en un santiamén, presintió lo sucedido, así que apresurado y molesto dijo:

_ Vamos que como siempre, la cuentera se nos adelantó con el cuento.

Nunca nos enteramos cómo Teca supo que esperábamos fuera a que el aire, elevara faldas como papalotes. Mucho menos en qué momento, había alertado a las chicas.
Eso sí desde ese día, cuando el aire soplaba con fuerzas, al menos yo, me conformaba con ver crecer el colchón de hojas, verdes, carmelitas y amarillas, en la fuente del pueblo.

A los otros no sé, pero a mi no me gustan los enredos con Teca, mi amiga la cuentera.

7 comentarios:

  1. Traducción del comentario de Teuvo:
    Saludos desde Finlandia. Este blog es una diversión, a través del acceso a otros países, la gente, la cultura y la naturaleza. Venga a ver imágenes Teuvo en mi blog. Dile a tus amigos por qué debe visitar Teuvo fotos en mi blog. Por lo tanto, para obtener aumento de su país de abanderamiento imágenes de mayor blog Teuvo de la colección del pabellón. Que tengan una semana maravillosa Teuvo Vehkalahti Finlandia

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  2. Esque Teca es más listaaa XD, se quedaron con las ganas ^^

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  3. Esa Teca se las sabes todas! Que tiempos aquellos, este cuento tiene la chispa inocente de aquella epoca, me recordo que los varones demi epoca hacian lo mismo, aunque yo en aquellos tiempos parecia un esqueleto rumbero.
    La Dreke

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  4. Me gusta muy mucho, esta Teca, es sabia.
    Las chicas al poder, y con Teca por delante. Un beso, para Mila y Teca...

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  5. Estas anécdotas, mitad traviesas, mitad pícaras, son aprendizajes infantiles sanos
    Teca, desde luego,lo sabía bien. El protagonista, se premió con la visión colorista de las hojas y flores, valorando la inteligencia fina de Teca.

    Dulce y tierna historia.

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  6. Los chicos son pilluelos, pero Teca es " las más mejor ". Muy divertido. Nos haces retroceder a nuestra infancia con tus historias.

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  7. Bello, como de costumbre Mila!!!! un beso amiga!!

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Ya sabes a los peques nos encantan los estímulos así que unas palabritas tuyas en el Blog vendrán de maravillas. Gracias Jorgito,Teca y Mila.