En estos días no sale el sol, sino tu rostro.
Y en el silencio, sordo del tiempo, gritan tus ojos.
¡Ay!, de estos días terribles,
¡Ay!, del nombre que lleven,
¡Ay!, de cuantos se marchen,
¡Ay!, de cuantos se queden,
¡Ay!, de todas las cosas
que hinchan este segundo.
¡Ay!, de estos días terribles.
Y en el silencio, sordo del tiempo, gritan tus ojos.
¡Ay!, de estos días terribles,
¡Ay!, del nombre que lleven,
¡Ay!, de cuantos se marchen,
¡Ay!, de cuantos se queden,
¡Ay!, de todas las cosas
que hinchan este segundo.
¡Ay!, de estos días terribles.
Muchas gracias ^^
ResponderEliminarAunque eso habría que verlo, tal como están las cosas. Es necesario un movimiento como el de Escritores Independientes.
Por cierto, me ha encantado tu poema. Me evoca una imagen de guerra inminente, tal como la tensión que se respira a punto de una rebelión sangrienta, con el aire cargado de ira, furia, temor y tristeza.
Un Saludo, y no dejes de escribir cosas maravillosas,