Buscándo respuestas.

No preguntes qué me pasa
si sabes que la noche seduce al día
y el sol
roba tiempos a la luna.

No preguntes,
deja al tiempo romper barreras
saltar páginas.

Haz cuánto quieras
pero no me preguntes
qué pasa,
ya sabes que el almanaque
dejó tras de sí
páginas.

No preguntes
que exasperas al tiempo
sin prisas,
no me obligues
a una triste sonrisa
cuando mi alma
está desolada.

No cuentes los días
para saber,
no indagues
en mi alma
cuando tú,
sabes bien
qué pasa.


Córdoba, la mañana sigue gris.

Pedazos de una mañana gris.

Es... como si amaneciera más allá de la noche y la tarde.
Por eso se me pega esta nostalgia que no me deja avanzar hacia otros tiempos, espacios...latitudes.
Se pierde el astro porque su corona se enreda con la Luna.

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Pobre de mí que dejo a Córdoba enlazarme a su vibrante historia cuajada de adoquines y santos; y fiestas; y amores; susurros, lamentos, pasiones.... hasta quedarme atada en la poesía que ella misma crea para quiźas, siempre, mañana, hoy, morir en ella.

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Soy yo bajo una lápida de tiempo que cuaja este invierno más allá del cálido verano/ Soy trenzada a recuerdos del  espacio y  tiempo mientras intento detener en mí tu imagen./ Más allá de los límites en que me envuelvo, soy yo./ Esa que muere por causas aunque te parezcan pérdidas o pobres de ideas, soy yo./ Esa que ríe afuera cuando dentro palpita con tristeza mi corazón que ya no quiere reír cuándo el compás me marca sonrisas./ Soy yo la de la espera en que fenecen  días y noches de la felicidad que no me llega./ Apenas ya soy yo la que muere por estar a tu lado hijo./ no lo olvides... soy yo.

LA NOCHE DE DESIDIA.

Si volviera a comenzar donde quedamos aquella noche

todo se tornaría rojo y azul.

La luna, tú y yo pudiésemos recomenzar.

Sentir tu cuerpo en mi cuerpo

llama, pasión

besos,

el alma de mis labios

desbordar el mar de amar.

Olas mecen la tela.

Envuelven nuestros cuerpos

negando al ritmo

movimientos acordes.

Me buscas y me entrego,

me amas, te deseo,

en nuestros cuerpos arde pasión desordenada,

la entrega se comparte

con una noche de sabanas.

Sabemos,

es fiebre común de las carnes

que se encuentran

compás de los acordes que nos llaman.

En mí, en ti,

dos en un solo cuerpo penetrado,

masa compacta

en la que no se puede

distinguir que dos es uno,

un solo ritmo de dos cuerpos  basta.

No es solo que amemos

deseamos compartir sábanas,

arroparnos bajo tela blanca.

Una noche

esta noche

en que la desidia domina nuestras almas

por no permitirnos estar donde nos corresponde

vendiéndonos

uno al otro, nuestras almas.

Fuego de amor.

Deja de arder
el amor
si con  fuego
no lo atizas.

Se apaga
sin  esperanzas
se extingue
sin ilusión. 

Al amor le pertenecen
espacio, tiempo,
caricias.

Fecunda el amor
si quieres,
dale con tiempo
calor.

Abrazos,
besos,
sonrisas.
Abonos
con ilusión.

Mimos
con sexo.
Caricias.
Todo
y mucho
en cada vez.

Porque alimentarlo
puedes
reanimándo
la ilusión.

Fecunda el amor
si quieres
dale en el tiempo,
calor.

Deja que arda
la hoguera
deja que queme
el amor.

Demos voz a un partido.

 La gran Barcelona de amplias calles, bullicio, movimiento, grandes contrastes, colores, olores, simpatías, amores, familia, tiene en estos días algo de frío y un poco de lluvia para estar a tono con la península a la que está atada aún en contra de la voluntad de sus habitantes, que pocos no son.

Abiertas las puertas entras a ella  consciente de la condición que te es impuesta para estos tiempos en que se definen la política y hasta el tipo de economía en esta tierra.

Solapada entre sonrisas y abrazos los barceloneses te requieren pronto como condición  que ejerzas tu opinión. Lo que es igual a ubicarte en uno de los lados en que se divide sus vidas.

Con uno o con otro,  es imprescindible que emitas tu opinión.

Los partidos en esta ciudad se suceden unos tras otros sin darte tiempo a comprender bien la dinámica de sus intereses, para lograr su objetivo: ganar.

La pujanza de la prensa mediática aprovecha cada error en los bandos, ensalzando o  deprimiendo la historia de cada quien para vender la última noticia aunque en su contenido y forma sea la historia de siempre, con protagonistas que en lucha descarnada a por la victoria, pueden no ser los mismos de la otrora "última hora".

Catalunya hervía en estos días en que me permitió andar la Rambla, detenerme a la entrada de la Sagrada Familia o apreciar en el Corte Inglés cómo no dejan de entrar probables compradores. 

Cada quien en lo suyo, aún pendientes del acontecimiento más importante de estos complejos días, en que la península toda se mueve entre partidos, parados y crisis económica.

Resulta interesante la falta de privacidad individual para vocear por el partido preferido de cada quien en Barcelona. Todos y todas saben de que lado se colocaran llegado el momento guardando sus mejores galas, para esa primera vuelta, sintiéndose obligados a acudir  temprano a la cita.

Pancartas pequeñas, grandes, discretas o llamativas te recuerdan que a llegado el gran día de la primera vuelta, el gran día en que se enfrentan los grandes  para decidir tiempos, que continuaran marcando la existencia de cada quien, con el triunfo o la derrota.

Llegada la hora debes cumplir la condición de entrada, porque nada es más importante que dar tu apoyo al partido definiendo con tu voto de que lado estás. 

Al "Nuevo Campo" primero, al "Bernabeu" despúes... a por el Barza o el Real Madrid que nada será más importante que el futboll en Barcelona.

LUJURÍA DEL DESEO

Para amar entrega tu alma

y vender el sagrado secreto

ofrece el don más preciado de tus deseos.

El que has guardado siempre como lo que más vale de ti.

Déjate amar

porque la entrega no es compartir entre cuerpos,

la seducción será inmensa en el disfrute

del uno por el otro.

Hay de ti si esperas que te amen para amar,

dale tu alma al diablo disfrazado de deseo

regala tu cuerpo a quien te abraza con ansias de poseerte.

Cuida que quien lo reciba, sea merecedor de compartir

tú lujuria.

ALAS

Pudimos ser pareja de alas

volando contra el aire

y transformando el tiempo.

de haberlo sido

volaríamos este convulso continente

que crece

en la satisfacción de aquellos,

estos, otros, muchos.

habríamos salvado selvas,

mares, multitudes,

niños.

sobre tierra andina,

velaríamos que el indio

no dejase de ser digno.

Somos pareja,

no tenemos alas,

surcamos contra el aire

al compás de un tiempo

nuestro,

de negros, blancos, indios, chinos,

niños.

Falta aún

en nuestro camino

encontrarnos al águila imperial,

A paso seguro

aún sin alas,

sabríamos qué hacer.